En esta ocasión vamos a ver de qué maneras podemos lograr que nuestros clientes no nos “toquen mucho la moral” (que no nos toquen las narices) si eres un proveedor de servicios.
Se me ocurren 3 formas de hacerlo.
Primera forma:
Hay que marcar un precio alto. Esa es la mejor manera de generar un respeto en la otra persona.
Cobrar alto y marcar la diferencia por valor añadido en lugar de tratar de competir por precio, es sin duda la mejor opción e imprescindible para que los clientes te respeten.
Segunda forma:
Otra cosa muy importante es marcar los plazos. Tú debes marcar los plazos.
Tercera forma:
Adelántate a los problemas de un cliente.